julio 1, 2025
Argentina

(Foto: Agencias)

Boca Juniors y River Plate, los dos gigantes del fútbol argentino, van a Estados Unidos con la determinación de llegar lejos en el Mundial de Clubes.

Dos técnicos experimentados sentados en las bancas, planteles con apellidos fuertes y el respaldo que les darán sus fervorosos hinchas en los estadios estadounidenses ensanchan las espaldas de estos equipos de cara a los duelos ante rivales más poderosos económicamente.

“Voy con la expectativa más alta”, declaró el veterano entrenador Miguel Ángel Russo, quien debutará oficialmente en la competencia que se jugará del 14 de junio al 13 de julio. “Si estamos bien y entendemos de qué forma tenemos que jugar, encontramos una línea de juego, una idea, y no nos desesperamos y cada uno entiende su función. Esa es la clave, lo que estamos buscando”.

Russo, de 69 años, dirigió previamente a Boca en otras dos oportunidades (2007 y 2020-2021). Fue campeón de la Copa Libertadores 2007 y de dos títulos locales.

Marcelo Gallardo, el técnico más exitoso de la historia riverplatense, avisó que “yo quiero ganar, no quiero ir a competir y ver qué pasa”.

“Desde esa mentalidad creo que vamos a encarar esta competencia y después veremos. El funcionamiento del equipo va a terminar marcando cuáles son esas posibilidades”, acotó el Muñeco, ganador entre otros títulos de dos Copa Libertadores, la última en 2018 ante su clásico rival Boca.

Con esa mentalidad ganadora, ambos entrenadores se plantean como primer desafío sobrevivir a la fase de grupos, en las que se medirán ante algunos de los gigantes de Europa.

Boca debutará ante Benfica del Portugal el 16 de junio por el Grupo C y cuatro días después chocará ante Bayern Múnich, en una reedición de la final de la Copa Intercontinental 2001 que ganaron los alemanes. Cierra la zona contra Auckland City de Nueva Zelanda, a priori el contrincante más accesible.

Por su parte, los millonarios debutarán el 17 de junio contra Urawa Reds de Japón y luego enfrentarán al Monterrey de México el 21 de junio. Una buena cosecha de puntos le permitirá ir más aliviado al último duelo ante el Inter de Milan, flamante subcampeón de la Liga de Campeones de Europa, el 25 de junio.

En Boca, Russo reemplazó al despedido Fernando Gago luego de un primer semestre de año fallido, con eliminación en fase preliminar de la Copa Libertadores y derrota en el clásico ante River. Bajo un entrenador interino, los boquenses no superaron los cuartos de final del torneo Apertura local.

Mientras la dirigencia comandada por el presidente Juan Román Riquelme negocia refuerzos a contrarreloj, entre ellos Leandro Paredes, mediocampista de la selección Argentina y de la Roma de Italia, Russo prende velas para recuperar al artillero uruguayo Edinson Cavani, afectado por una molestia muscular.

El técnico destacó la influencia del mediocampista español Ander Herrera, pese a que físicamente le costó la adaptación al fútbol argentino: “Entiende mucho la posición, es muy inteligente. Es un jugador importante que tiene mucha experiencia en manejo de equipo”.

River también tropezó en el torneo local, pero selló su pase a los octavos de final de la Libertadores sin contratiempos.

Gallardo no ha logrado todavía el aura ganadora que supo tener River en su anterior ciclo (2014-2023). Desde su regreso a mediados de 2024, no ha ganado títulos.

Las mayores esperanzas están cifradas en Franco Mastantuono, el delantero de 17 años al que apodan el “Lamine Yamal” sudamericano por su desfachatez para jugar pese a su corta edad. El Mundial de Clubes podría ser su última competencia con la casaca “millonaria” si prosperan las negociaciones con el Real Madrid.