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No hubo miradas desafiantes, empujones ni palabras acaloradas después de esta victoria para Noah Lyles.
Nada más cuatro dedos levantados en el aire cuando cruzó la meta la noche del viernes, uno por cada vez que ha ganado el título mundial en su carrera favorita, los 200 metros.
Lyles desplazó a Kenny Bednarek al entrar en la recta final y luego lo mantuvo a raya en el tramo final para ganar con un tiempo 19,52 segundos e igualar la cantidad de títulos mundiales de Usain Bolt en la carrera de media vuelta.
En lugar de intercambiar miradas y empujones con Bednarek, como sucedió el mes pasado en el campeonato de Estados Unidos, Lyles parecía relativamente tranquilo, levantando sus dedos hacia el cielo después de su victoria por seis centésimos, gritando ”¡Son cuatro!” a la cámara de televisión.
“Esto es una victoria muy grande”, dijo Lyles.
Minutos después, la estadounidense Melissa Jefferson-Wooden completó el primer doblete femenino de 100-200 en un Mundial desde Shelly-Ann Fraser-Pryce en 2013. Lo hizo con un registro 21,68 segundos, sacándole un margen de 46 centésimas a la británica Amy Hunt.
“No vine aquí sabiendo la historia”, dijo Jefferson-Wooden, la primera estadounidense en completar el doblete en los mundiales.
En la carrera masculina, el jamaicano Bryan Levell terminó tercero, seguido por el campeón olímpico botsuano Letsile Tebogo.
Este fue uno de los enfrentamientos más esperados de los mundiales, uno que se ha estado gestando durante las últimas siete semanas, o cuatro años, dependiendo de cómo se mire.
En 2021, Lyles estaba sufriendo después de meses en un confinamiento por COVID y llegó a Tokio deprimido. Al competir en un estadio casi vacío, protagonizó una desastrosa semifinal, terminó en el segundo carril para la final y terminó con una medalla de bronce que guardó, usándola como combustible para lo que vendría.
Más recientemente, estuvo su victoria en el campeonato nacional, marcada por una mirada desafiante a Bednarek, y luego el empujón de Bednarek a Lyles al cruzar la meta.
Lyles también lidió con lesiones toda la temporada, lo que influyó en su tercer lugar en los 100 a principios de la semana, una carrera en la que llegó como campeón defensor.
“Tienes que hacerlo bien ese día cada cuatro años”, dijo Lyles. “No creo que ninguna cantidad de campeonatos mundiales en los 200 pueda reemplazar la sensación de vacío” de no ganar los Juegos Olímpicos.
Bednarek, que probablemente será compañero de relevo de Lyles en la final de 4×100 el domingo si los estadounidenses lo logran, había dicho anteriormente que toda la tensión entre los dos mejores velocistas masculinos del país se había disipado. Su garantía de vencer a Lyles, hecha en el calor del momento en Oregón, no se concretó.
“Cada año, estoy aprendiendo a mejorar en diferentes cosas, a entender un poco más”, dijo Bednarek.

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Pichardo
Hay algo en el Estadio Nacional de Tokio que saca lo mejor del saltador Pedro Pichardo, el cubano que ahora representa a Portugal. Lo necesitaba, también, en su último intento en la final del salto triple.
Pichardo, el medallista de oro de los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021, vio al italiano Andrea Dallavalle tomar la delantera en la ronda final con un récord personal de 17.64 metros. Pichardo, de 32 años, respondió con un salto de 17,91 metros para asegurar el oro.
Sabía que su intento era ganador, también, y salió del foso de arena con paso firme. Miró a la cámara y dijo: ”¿Quién es el mejor?”

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Pichardo, sin dudas.
400 con vallas
El estadounidense Rai Benjamin fue declarado ganador de los 400 metros con vallas después de que los oficiales anularan una descalificación inicial por desplazar ligeramente una valla en el carril contiguo al derribar la suya.
Benjamin se enfilaba a la victoria cuando golpeó la décima y última valla. El contacto movió la barrera en el carril a su izquierda, pero el corredor en ese carril, que estaba varios pasos detrás, la superó sin problema.
Siguió cierta confusión, ya que inicialmente se dictaminó la descalificación de Benjamin. Aproximadamente un minuto después, World Athletics anuló la “DQ”, y Benjamin estaba caminando por la pista con una medalla de oro y luciendo una corona dorada.
