(Foto: Agencias)
Las fotos enmarcadas cuelgan en la pared del extremo del vestuario de los Eagles de Filadelfia, sobre el sofá en un espacio utilizado como área de descanso. La imagen a la izquierda es la de Saquon Barkley, una toma de acción de un juego contra los Commanders.
Debajo del marco, hay una tira de cinta adhesiva con la inscripción “EL ELEGIDO”. A la derecha, otra instantánea de Barkley de un juego contra los Rams, y bajo ella la cinta dice, “NUESTRO SALVADOR”.
Un compañero del bloque defensivo se encargó de construir el santuario, en parte en broma, pero también para rendir homenaje a la mejor temporada de un corredor en la historia de los Eagles.
Quizás — al menos se puede argumentar — en la historia de la NFL.
La mejor temporada individual puede ser debatida en cualquier programa de radio de deportes. Barkley puede mejorar sus credenciales con su actuación el domingo en el Super Bowl contra los Chiefs de Kansas City. Los números ya son impresionantes, comenzando con sus 2.005 yardas por tierra y sus siete acarreos de touchdown de más de 60 yardas (postemporada incluida). Es uno de los únicos dos jugadores en la historia de la NFL con al menos 400 yardas de carrera y cinco touchdowns en una sola postemporada.
Barkley está a 30 yardas de romper el récord de la NFL de más yardas de carrera en una temporada, postemporada incluida, establecido por Davis en 1998 con los Broncos de Denver. Barkley tiene 2.447 yardas (442 en los playoffs). Davis logró 2.476 yardas y llevó a los Broncos al título del Super Bowl.
“Lo único que lo hace especial es ganar un Super Bowl”, dijo Barkley.
Barkley podría ser el factor decisivo para los Eagles este año después de su derrota 38-35 ante Patrick Mahomes y los Chiefs hace dos años. Barkley vio parte de ese juego en el vuelo de regreso desde Arizona, el lugar de ese Super Bowl, donde el ex de los Giants de Nueva York pasó varios días haciendo diversas rondas mediáticas promocionando esto y aquello, pero ciertamente no jugando.
“Eso es divertido, dando entrevistas radio y todo eso”, dijo Barkley. “Pero esto me gusta un poco más”.
Barkley y los Giants habían sido eliminados esa temporada por los Eagles en la ronda divisional de la Conferencia Nacional, la única vez en sus seis temporadas en Nueva York que alcanzó los playoffs. Barkley probablemente habría sido más propenso a llevar una camiseta de Travis Kelce en el vuelo de regreso que a considerar animar a Jalen Hurts, A.J. Brown y al resto de los odiados rivales del Este de la NFC.
“Por supuesto que estaba en contra de ellos”, dijo Barkley. “No había parte de mí que quisiera que ganaran”.
Dos años después, Barkley es finalista del MVP en su primera temporada con los Eagles después de su divorcio con los Giants, captado en el programa “Hard Knocks”.
En la escena crucial, el gerente general de los Giants Joe Schoen le dijo a Barkley que los Giants no le harían una oferta, ni usarían la etiqueta de jugador franquicia a la segunda selección general del draft de la NFL de 2018. Más bien, los Giants dejaron que Barkley probara el mercado de agentes libres, un movimiento que lo llevó a los Eagles con un contrato de tres años por 26 millones de dólares garantizados — el contrato más rico para un corredor en la historia de la franquicia.
Sin Barkley, los Giants terminaron 3-14.
Barkley se convirtió en el noveno jugador en la historia de la NFL en superar las 2.000 yardas por tierra. Uno de los otros, Chris Johnson con los Titans de Tennessee, le envió un mensaje de texto de felicitación para darle la bienvenida al club. Johnson, quien corrió para 2.006 yardas en 2009 y sumó 11 juegos consecutivos con al menos 100 yardas, dijo que Barkley es tan élite ahora como lo fue con los Giants.
“No hay diferencia”, dijo Johnson. “Saquon ha sido Saquon desde que está en la liga. Por eso todos dicen que los Giants son unos idiotas por incluso dejarlo ir. Cuando fue a los Eagles, todos sabían lo que iba a hacer en esa ofensiva. No creo que nadie en la liga esté sorprendido por lo que está haciendo”.
