(CONADE).- La sinaloense María del Rosario Espinoza, escribió una historia gloriosa dentro del taekwondo mexicano gracias a su talento y entrega en una actividad que empezó como un juego en su natal Guasave y que, con el paso del tiempo, logró ganarse un lugar en el contexto internacional con tres medallas olímpicas y mundiales.
“Me siento tranquila porque he terminado con una etapa de mi vida, para iniciar otra, pero siempre ligada al deporte. Contenta por todo lo que el taekwondo me dio”, dijo la ahora excompetidora a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).
Durante el homenaje en el marco del Campeonato Mundial de Taekwondo Guadalajara 2022, que marcó su retiro de manera oficial de los tatamis, María Espinoza destacó que a lo largo de su vida deportiva vivió una serie etapas en las cuales supo valorar el trabajo de todos los días para llegar a lo más alto del podio.
“Me dio la oportunidad de representar a México en cada una de mis competencias en donde puse la bandera de mi país en lo más alto, fueron momentos grandiosos”, apuntó.
La sinaloense logró todo lo que se propuso. Obtuvo las tres medallas de los torneos más importantes del orbe. En el 2007 a los 20 años, logró ser monarca mundial en la cita en Beijing, China, en donde un año después subía al podio, pero ahora en Juegos Olímpicos en la misma ciudad.
Su grandeza comenzaba a sobresalir en el contexto internacional, ya que en Londres 2012, donde portó el lábaro patrio como abanderada de la delegación nacional, volvía a figurar en una cita veraniega con una plata y en Río 2016, sumaba la tercera presea olímpica, pero ahora de bronce; se convertía en la histórica medallista.
Pudo haber asistido a Tokio 2020, pero el destino determinó que era el momento de dar paso a otra historia.
“Me voy con mucha alegría de que cumplí lo que me propuse, no sólo en lo deportivo, sino en lo personal, puse la bandera de México en lo más alto desde un Abierto, Juegos Centroamericanos, Juegos Olímpicos, Mundiales, Juegos Panamericanos, mucha enseñanza que me dio el deporte. Me quedó con muchas cosas”, expresó.
Así como en las citas veraniegas, María Espinoza sumó las tres medallas mundiales, ya que luego de China, sumó el bronce en el concurso de Muju, Corea en el 2017 y la plata llegó en Manchester 2019, justo antes cuando la pandemia del covid-19, dejó al mundo en una inactividad inusual.
“Cuando estaba en mi cabeza el hecho de retirarme, sabía que ese día me tendría que irme contenta, feliz y satisfecha de lo que ya había hecho, y creo que con este escenario (Guadalajara 2022) en un mundial, no puedo pedir más”, comentó.
Las citas regionales y continentales también fueron de María Espinoza. En los Centroamericanos de Cartagena 2006 se hizo del bronce, luego en Mayagüez 2010 consiguió el oro, mismo metal en Veracruz 2011; mientras que en los Panamericanos de Río 2007 se trajo el oro y la plata en Toronto 2015.
“Tengo planes dentro del deporte, sobre todo, seguir apoyando al para-taekwondo, realizar una serie de conferencias de despedidas con mi equipo que me apoyó, tengo una academia en Querétaro”, señaló.
María del Rosario Espinoza cumplió con todo y en la historia del deporte, al ser multimedallista, se encuentra a lado del jinete Humberto Mariles, con tres preseas, y el clavadista Joaquín Capilla, con cuatro metales olímpicos.
“El taekwondo queda en buenas manos, sobre todo, con un equipo motivado y esperemos que continue; feliz y contenta por ellos, que han hecho también historia con tres medallas de oro”, destacó.
María del Rosario Espinoza, confía que los actuales seleccionados cumplan sus sueños en el taekwondo como ella.
“Lo que todo inició como una inquietud, el deporte para mí fue simplemente un juego y que se convirtió después en tres medallas olímpicas. Me voy feliz por todo lo que el taekwondo me brindó”, puntualizó.
(Fotos: CONADE)