(Foto: Cortesía)
*Del infierno a la gloria eterna, sin escala
Botafogo de Brasil conquistó la primera Copa Libertadores de su historia tras vencer el sábado 3-1 al Atlético Mineiro en una final que disputó casi por completo con diez jugadores por la expulsión de Gregore antes del minuto de juego en el estadio Monumental de Buenos Aires.
El estadio no estuvo colmado en su capacidad y vistió parte de sus tribunas de un uniforme blanco y negro, el color que identifica a los dos quipos.
Los goles fueron obra de Luiz Hernique, elegido la figura, Alex Telles, de penal, y Júnior Santos.
El “Fogao” terminó con una sequía de 30 años sin títulos –el último que ganó fue la liga brasileña en 1995—y dejó de ser el único equipo de Río de Janeiro huérfano de Libertadores.
“Tenemos poca dimensión. Fue una victoria épica, probablemente la más épica de una final de Libertadores. Una hazaña enorme”, remarcó su técnico
